Marcelo Martin Burgos (1971, Argentina) es un escultor, director cinematográfico y dibujante.

Su obra transita con naturalidad entre disciplinas: desde la escultura, el grabado y el cine, hasta el diseño gráfico y el diseño de mobiliario, siempre guiado por una búsqueda simbólica y emocional.

Vivió durante su infancia en un orfanato, del cual su padre era director. Aquella casa enorme, llena de juegos, silencios y secretos compartidos fue su primer taller de imaginación. Allí nacieron sus “monstruos dorados”, figuras protectoras que primero dibujó en los márgenes de los cuadernos y que luego se convirtieron en esculturas. Desde entonces, su obra no ha dejado de dialogar con la infancia, no como un recuerdo, sino como un territorio.

Estudió Bellas Artes en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, en un contexto de transición democrática que influyó profundamente en su visión y compromiso artístico. Luego de trabajar un tiempo en Argentina como ilustrador y director de arte, emigró a España, donde inició una carrera internacional como director creativo y cinematográfico. Sus piezas audiovisuales han sido premiadas en Cannes Lions, Clio y Andy Awards, y otros festivales.

Durante todos estos años, mientras trabajaba en el mundo de la imagen corporativa y la comunicación, cultivó en silencio su obra personal. La escultura, para él, no es un objeto, sino una forma de pensar. Quería encontrar un lenguaje propio que, aún siendo íntimo, pudiera hablarle a cualquiera. Esa búsqueda da forma a una obra que no explica: sugiere, evoca, acompaña.

Su trabajo ha sido publicado en medios como Shots y Madame Figaro entre otros, y su estudio en Buenos Aires fue incluido en el libro Los Excéntricos volúmen 2, dedicado a espacios singulares de América Latina.

Actualmente vive y trabaja entre Madrid y Buenos Aires, siguiendo la geografía de sus ideas.